La receta de esta tarta es muy básica: simplemente lleva huevos, azúcar, calabaza, especias y normalmente leche evaporada, que es similar a la leche condensada y la podés encontrar en cualquier supermercado. Para la base comprar masa quebrada o brisa, pero siempre estará más rica si la preparás con la receta que dejo a continuación.
– 250 gr. de harina
– 170 gr. de mantequilla
– 60 ml. de agua fría
Mezclamos la harina, la sal y el azúcar. Añadimos la manteca en cubos y mezclamos bien con un amasador o con las manos hasta formar migas grandes. Añadimos 30 ml. de agua fría y amasamos. Si la masa todavía está seca, añadimos el resto. Si la masa ya está elástica, formamos una bola, la envolvemos en papel film y la refrigeramos durante al menos una hora. Pasado ese tiempo, la sacamos de la nevera, esperamos a que se atempere y estiramos la masa con un rodillo (siempre sobre una superficie enharinada), lo suficiente para cubrir nuestro molde.
Cortamos las partes de masa sobrante y formamos ondas con los dedos para decorar el borde de la tarta. A continuación, la refrigeramos durante 30 minutos. Después pintamos los bordes con la yema de huevo diluida con una cucharada de agua o leche y horneamos durante 20 minutos a 190º colocando encima un papel vegetal lleno de alubias o algo de peso para que la masa no suba. Pasado este tiempo, quitamos el peso con el papel vegetal y horneamos durante 10 minutos más.
Mientras tanto, preparamos el relleno de la tarta. Asar durante una hora la calabaza , tapándola con papel de aluminio si ves que empieza a quemarse por arriba. Es importante escurrirla una vez asada, para que suelte todo el agua que pueda tener antes de añadirla al relleno.
Ingredientes para el relleno:
– 2 huevos
– 185 gr. de azúcar moreno
– 400 gr. de pulpa de calabaza asada
– 340 ml. de leche evaporada
– 1 cucharada de harina de maíz (maicena)
– 1/2 cucharadita de jengibre
– 1/2 cucharadita de canela
– 1/4 cucharadita de nuez moscada
– 1/4 cucharadita de sal
Mezclamos el azúcar, la maicena, la sal, las especias, la calabaza y los huevos (previamente batidos). Añadimos la leche evaporada y mezclamos bien con el resto de ingredientes. Vertemos el relleno dentro de la base, colocamos la tarta sobre la bandeja del horno y horneamos a 190º durante unos 45 minutos o hasta que veamos que el relleno está cuajado pero el centro tiembla ligeramente al mover el molde.
Pasado este tiempo, dejamos enfriar la tarta sobre una rejilla. Cuando haya enfriado completamente, ya podremos cortarla sin problemas.
El borde de la tarta pierde un poco de forma al hornearse. Si queremos que mantenga mejor las ondas, podemos guardar la base en el congelador 30 minutos, en lugar de en la heladera, antes de hornearla.
La tarta de calabaza se sirve tradicionalmente acompañada de crema montada, que podemos presentar en el centro de la tarta o bien en cada pequeña porción que cortemos. E incluso espolvorear por encima un poco de canela en polvo.
El sabor de esta tarta resulta delicioso, no sólo por la calabaza asada, sino también por la mezcla de especias que le aportan un agradable aroma. Podés hacer tu propia combinación de especias, según lo que más te guste, y combinar la canela, el jengibre y la nuez moscada con cardamomo, clavo, vainilla o incluso pimienta de Jamaica, para darle un toque más especiado.
Éste es un postre que, quitando los tiempos de horneado, resulta muy rápido de preparar y no tiene ninguna dificultad. Además, aguanta perfectamente en la heladera 3 ó 4 días cubierto con papel film o papel de aluminio.
¡Feliz domingo!